miércoles, 15 de julio de 2009

Dice de Manuel Reyna, Víctor Manuel Infante (ex director del Museo jesuita y de la Escuela Provincial de Bellas Artes José Figueroa Alcorta ): Córdoba Domingo 7 de mayo de 1978-Diario Los Principios
Pintores de Capilla del Monte
Muy cerca de Capilla del Monte, está Carbonier, donde nació en 1856 un artista que vendría a integrar esa camada de alumnos de D Luis Gonzaga Cony, en el aula de Dibujo del colegio Monserrat…
La vida de Fidel Pelliza- de él se trata- fue tremenda y llena de sorpresas; sus dibujos para la policía, su hermosa hermana muriendo dentro de su traje de baile incendiado, sus marcas invisibles en los naipes…
. . . Su pintura es característica por el uso de violetas desvaídos y también por los tonos, donde se nota su afición al color negro o pardo; tal vez por eso, sus cuadros dan la impresión de ser fotográfico. . .
…Aquel episodio penoso ocurrido a su hermana, lo volvió triste y taciturno.
Sus últimos años lo pasó en su pueblo natal Charbonier, donde se quitó la vida un triste día de 1920
“En Capilla del Monte por fines del 39 y principios del 40, conocí a un chico, con el pelo aindiado y unos ojos saltones e inquisidores con un fervoroso e innato deseo de saber. Solitario, pero lleno de imaginación. Estábamos en la exposición Rodante y este muchachito de nombre Romilio Rivero, Íba y venía atareado en ayudarnos, aunque se adivinaba su deseo de estar al lado de los cuadros. Romilio leía todo el día, página, página por página, todos los diarios. Esa fue su escuela, allí aprendió el secreto del idioma, que le permitió decir: “yo he sido en esa tierra él castigado huésped, el angustiado huésped de su oscuro mandato”… Romilio vivió, oscuro y perdido, una vida que no entendía y que no le interesaba entender. Me acuerdo su inagotable inspiración haciendo versos de gran imaginación y su fino olfato para la pintura. Sus dibujos fueron tan líricos como sus poemas. Recuerdo también una tarde, en Capilla del Monte, en la nueva estación Terminal, donde Romilio había conseguido organizar un local para exposiciones y muestras, atendiendo también una necesaria información de turismo. Fue en ocasión de resentar una exposición de Pelliza, Romilio estaba eufórico antes la concreción de una exposición de un amigo, Manuel Reyna. Me llevó y me asombré ante esos pequeños cuadros, insólitos para el lugar y su gentes. Caballos azules, cielos rojos y sobretodo, una infinita síntesis. Invite a Reyna a venir a Córdoba. Aquí llegó después ocupando un sitio de respeto junto a Gandolfo, de Río Tercero y a Molina Rosa de Pampayasta.”
Los tres sin proponérselo, pintan en dimensiones similares.Reyna Aporta obras cuyas texturas y colores se funden en ocres, marrones, violáceos, como los de su vecino Fidel Pelliza, color de tierra y piedra, verdes ocres, como los palmares de la zona Muchos son los que pintaron Capilla del Monte. En estos apuntes sólo he querido rescatar estos nombres por sentirlos unidos en sus ilusiones; Fidel, Romilio, Manuel.

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